Los tornados.


Hoy veía en el telediario que en Jávea un restaurante había sufrido daños por la acción de un tornado que se había formado en pocos segundos. El tema nos llama la atención, ya que este fenómeno no es habitual en la península ibérica.

¿Qué es un tornado? Es un remolino de viento de pequeño diámetro y gran violencia destructiva, provocados en lugares puntuales de fuerte inestabilidad atmosférica.

Un tornado no puede formarse de cualquier manera: es necesario que en una zona muy concreta entren en contacto dos masas de aire de características opuestas -una fría y otra cálida. Cuando estas masas de aire chocan, en altura se producen remolinos que van bajando hasta las capas más bajas de la atmósfera.

¿Has movido alguna vez agua en una olla? El remolino que se forma expulsa agua al exterior. El aire de un tornado hace lo mismo, y además el aire que es expulsado se va enfriando, de forma que crea nubes alrededor del torbellino interno. El aspecto es el de una enorme espiral vertical rodeada por anillos nubosos de aspecto compacto que llegan al suelo.

Los tornados, además, nos llaman la atención por su tamaño (10-400 m) y su velocidad (el aire del exterior, donde el anillo nuboso, puede llegar a alcanzar los 600 km/h). Claro, con este panorama, todo lo que es desplazado por el aire (al estilo de la casa de Dorothy en El mago de Oz) se convierte en un peligroso proyectil. Además, este fenómeno puede producirse en el mar, recibiendo el nombre de tromba marina, absorbiendo a su paso agua de la superficie.

Si pinchas aquí podrás ver una animación sobre la formación de un tornado.

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